Los agricultores ocupan la subprefectura de Oloroe para agilizar el protocolo de la tuberculosis bovina

Cerca de un centenar de agricultores han ocupado la subprefectura de Oloroe-Donamaria en la mañana del 10 de abril. El sindicato Euskal Herriko Laborarien Batasuna (ELB) y la Confederación de Labradores de Bearne exigen reunirse con el prefecto para solicitar la agilización del protocolo sanitario establecido en marzo para la gestión de la tuberculosis bovina.

Oloroeko suprefetura okupatu dute laborariek, behi-tuberkulosiaren protokoloa arintzea xede

[Kazeta]

Un grupo de cien agricultores del sindicato ELB y de la Confederación de Agricultores de Béarn tomó ayer, 10 de abril, la subprefectura de Oloroe-Donamari (Biarno). La acción responde a la decisión del prefecto del 17 de marzo, cuando firmó el protocolo que refuerza las medidas de lucha contra la tuberculosis bovina en los Pirineos Atlánticos. Los agricultores denuncian que esto último complicará aún más la situación de las granjas.

La acción se ha llevado a cabo en respuesta a la llamada de ELB, ya que el sindicato se ha citado a las 10:00 de la mañana en Maule, desde donde han partido hacia Oloroe. "Esperamos revisar lo firmado el 17 de marzo, ya que no ha cumplido con los compromisos adquiridos con nosotros. Nuestras propuestas han sido tiradas al cubo de la basura", lamenta Beñat Etcheto, miembro del ELB y agricultor Donaixtin. Tras advertir de que no se había cumplido lo acordado el pasado mes, han subrayado que todavía están dispuestos a colaborar, pero que no estarán parados.

«No hemos podido reunirnos con el prefecto, pero después de comer se ha comprometido a entrar en contacto con nosotros. Esperamos poder reunirnos", ha señalado el miembro de ELB.

Austeridad en las medidas de "bioseguridad"

De cara al protocolo establecido, en particular, protestan contra la obligación de establecer la segunda proflaxis, por considerar que la medida les supondrá "costes adicionales y presiones administrativas insostenibles". Antes que eso, y por medio de la ocupación, pretenden reunirse con el prefecto para atenuar estas normas sanitarias.

Los manifestantes también tienen otros objetivos. Para empezar, lamentan que no se tenga en cuenta la fauna silvestre "porque sabemos que está contaminada y ahí hay un trabajo que hacer. Mientras tanto, matando a las vacas sanas, las crías se están eliminando" lamenta Etcheto. En lugar de "gastar el dinero para matar vacas", los agricultores exigen que se invierta más dinero en investigación y que se consigan test más fiables. Denuncian que la decisión de la Prefectura prohíbe el forraje: "No queremos cría sin tierra, queremos que las vacas vayan al exterior, a las marismas y al monte", subraya el agricultor de Donaixti.

En resumen, "no queremos esta bioseguridad, que es extremadamente estricta, costosa y difícil de implantar", proclama. Los agricultores afirman que no implantarán en planta el protocolo que establece estas condiciones, sino que llamarán a la solidaridad para "ayudar, sostener y defender" a los agricultores que temen los controles de la Administración. Confían en que el prefecto les reciba de manera constructiva y que puedan acordar un nuevo protocolo.