«Baserritik Mundura – Del Caserio al Mundo»: un curso que apuesta por integrar y democratizar la formación y la investigación en soberanía alimentaria y agroecología en el espacio universitario vasco

Baserritik munduraDe enero a octubre de 2016 se desarrolló la primera edición del curso “Baserritik Mundura. Gure elikaduraren etorkizuna jokoan”- “Del caserío al mundo: el futuro de nuestra alimentación en juego”. Este curso buscó que la agenda de la soberanía alimentaria trascendiese el ámbito agrario para ser entendida como un asunto del conjunto de la ciudadanía, ya que es fundamental construir alianzas y articular a diferentes ámbitos, sujetos colectivos y actores sociales e institucionales para poder fortalecer las iniciativas que están en marcha y poder avanzar en la construcción colectiva de la soberanía alimentaria en Euskal Herria.

[Revista Pueblos / Artículo y foto: BEATRIZ CASADO Y MIRENE BEGIRISTAIN]

Todo surge a partir de una preocupación de EHNE-Bizkaia por la ausencia de ofertas formativas en materia de soberanía alimentaria y agroecología en el ámbito universitario vasco y la necesidad de cubrir carencias de investigación estratégicas para el movimiento agrario. El sindicato trasladó, hace cinco años, esta preocupación al Instituto Hegoa como espacio académico aliado proponiendo pensar y diseñar conjuntamente una propuesta de formación universitaria.

La relación de alianza entre EHNE-Bizkaia y el Instituto Hegoa forma parte de los esfuerzos que el sindicato vasco viene haciendo en los últimos años por integrar la soberanía alimentaria y la agroecológica en el ámbito universitario, al tiempo que desarrolla sus cursos y espacios de formación propios. La apuesta por construir y ampliar los espacios de formación formal en colaboración con universidades públicas es una línea de trabajo estratégica y prioritaria para todos los movimientos campesinos articulados en La Vía Campesina Internacional.

Lamentablemente, la agricultura campesina y el mundo del caserío en general están ausentes de la universidad en nuestro país, apenas existen espacios de formación e investigación sobre economía campesina, agronomía/ agroecología, sociología rural, soberanía alimentaria, estudios críticos agrarios, etc. Aspiramos, mediante este curso, a comenzar a cubrir este vacío de oferta formativa, y generar espacios para la investigación, estudio y especialización sobre dichas temáticas.

Este curso también es una apuesta por la democratización del conocimiento. Una de las preocupaciones es que sea un curso accesible económicamente, ya que el precio de algunas propuestas de especialización universitaria en agroecología y soberanía alimentaria que están surgiendo son bastante caras, evidenciando una tendencia elitista de este tipo de formaciones; pero, además, al ser un curso de extensión universitaria los requisitos de acceso son otros y las metodologías también, permitiendo el acceso al curso a perfiles de alumnado que normalmente quedan excluidos de este tipo de formaciones universitarias.

Además, al ser diseñado y desarrollado junto con el sindicato EHNEBizkaia y Etxalde, esta formación pretende responder a las necesidades de investigación detectadas por el movimiento campesino vasco. Entendemos que la propuesta de la soberanía alimentaria obliga a repensar el método científico clásico, incorporando perspectivas y métodos de investigación crítica y colaborativa entre diferentes sujetos y saberes (campesino, feminista, académico, popular etc.) que permitan poner en valor y generar conocimiento desde y para el campo y el campesinado.

Por todo ello, es una oportunidad formativa para militantes de movimientos sociales que empiezan a incorporar la soberanía alimentaria a sus líneas estratégicas, para jóvenes agricultores y agricultoras, para sindicalistas agrarios y urbanos, para estudiantes universitarios, para cargos públicos con responsabilidades en temáticas vinculadas al mundo agrario y al desarrollo rural, etc.

La forma forma

Tal y como nos enseña La Vía Campesina, podemos y debemos inspirarnos e intercambiar aprendizajes con experiencias de formación campesinas exitosas desarrolladas en otros contextos, pero siendo muy conscientes de que cada realidad necesita sus pedagogías específicas. Desde esta premisa, el curso incorpora y adapta a la realidad vasca metodologías pedagógicas características de los procesos formativos protagonizados por La Vía Campesina, especialmente en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil.

El saber campesino plantea que la agroecología es el camino para avanzar hacia la soberanía alimentaria y la transformación social y personal desde la producción y consumo de alimentos. Este enfoque, partiendo de la defensa de la alimentación como derecho fundamental de los pueblos y no como mercancía, cuestiona y plantea la necesidad de transformar muchas de las dinámicas que se dan en el resto de ámbitos sociales y económicos y en múltiples niveles o dimensiones.

Por tanto, incluir formaciones con contenidos agroecológicos en el espacio universitario es un paso, pero no es suficiente; el desafío que se nos plantea es mucho más profundo, ya que la metodología de la formación también tiene que guardar coherencia con la integralidad que supone el enfoque de la soberanía alimentaria y la agroecología. Lo metodológico no es neutral, la forma forma. Siendo necesario construir procesos de formación lo más integrales posibles, que aborden las múltiples dimensiones formativas de las personas (lo racional-ideológico, lo emocional, lo relacional, lo personal, lo colectivo, lo material, lo simbólico, los principios y valores, el arte, la cultura, etc.).

Esta integralidad se plasma en la propia estructura del curso y en la forma de organizarnos para ponerlo en movimiento. Destacamos a continuación cuatro fundamentos metodológicos que caracterizan esta propuesta formativa: el enfoque de sujetos, el sistema de alternancia, la coordinación político-pedagógica y la dimensión mística.

Desde el enfoque de sujetos planteamos que todas las personas participantes tienen cosas que enseñar y que aprender, tratando de romper el esquema unidireccional de transmisión de conocimientos al que estamos acostumbradas, en el que el alumnado asume una posición pasiva, de receptor de conocimiento. Por ello, la propuesta incorpora en su diseño estructuras organizativas que hacen posible que las personas participantes en el curso tengan una implicación activa, propositiva, participativa y de corresponsabilidad en el desarrollo del curso. De ello se deriva que las personas participantes se organizan en grupos de trabajo llamados “Núcleos Territoriales” para incentivar el desarrollo de “trabajos colectivos en los territorios”. De esta manera se propicia el encuentro, el diálogo, el intercambio de experiencias y el desarrollo de procesos de investigación colectivos.

Respecto al segundo fundamento, el sistema de alternancia, inspiradas en la experiencia pedagógica del MST, entendemos la alternancia como una propuesta pedagógica y metodológica que alterna diferentes tiempos y espacios formativos, buscando generar una relación dialéctica entre teoría y práctica, permitiendo al mismo tiempo profundizar en el conocimiento, e investigar y reflexionar en colectivo sobre la propia realidad. Esto se traduce en la organización y desarrollo del curso a través de “etapas” compuestas por “tiempos universitarios” (cuatro días de convivencia en diferentes espacios rurales de Euskal Herria) alternados con “Tiempos Comunitarios” (varios meses de duración) donde se plantean trabajos colectivos a los Núcleos Territoriales para ir desarrollando los trabajos de investigación. Con la adopción del sistema de alternancia, este curso promueve un anclaje práctico y permanente de la formación, con la realidad y la práctica de la soberanía alimentaria y la agroecología en Euskal Herria.

Respecto al tercer fundamento, el curso cuenta con una coordinación político pedagógica (CPP), que es el colectivo que se encarga de realizar un acompañamiento pedagógico del proceso en su conjunto, además de garantizar y cuidar la articulación entre universidad y movimiento campesino (al estar compuesta por personas de los dos ámbitos), y de garantizar la planificación, dinamización y logística que requiere un proceso de estas características.

El cuarto fundamento que queremos destacar es la dimensión mística, utilizamos esta dimensión desde la visón de los movimientos populares y la perspectiva del MST, no desde un punto de vista religioso. Consideramos que las transformaciones sociales que están en el fondo de estos procesos vienen no solo desde la necesaria integración del aprendizaje de contenidos, sino que además de ámbitos racionales han de ser trabajadas y formadas con la misma intensidad las capacidades emocionales. Así, conectando con el simbolismo propio del movimiento campesino y popular vasco, la mística ha incorporado a la formación la importancia de la construcción y consolidación de los vínculos para construir identidad colectiva desde la diversidad de luchas comunes. En ese sentido, consideramos que todo lo que hacemos y como lo hacemos tiene su importancia, y es fundamental darnos cuenta de cuáles son las simbologías que traemos a nuestras formaciones; nada es neutral. Como decíamos, la forma forma. La dimensión mística se trabaja en diferentes momentos específicos de la formación y la convivencia, y, mas allá de esos momentos, se convierte en resonancia permanente de la manera de ser y sentir del colectivo en formación.

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