Durante los próximos años se cuadriplicarán las necesidades de agua, según un informe de la ONU

La demanda de producción energética aumentará significativamente en las próximas décadas, especialmente en las economías emergentes. Esto podría tener un impacto negativo sobre los recursos hídricos a menos que se mejore considerablemente la gestión y coordinación entre ambos dominios, según se explica en el informe.

El agua y la energía

El agua es esencial para la vida, y es el denominador común de todos los retos del desarrollo sostenible. Necesitamos agua para producir alimentos. Necesitamos agua para producir energía. Mejorar el acceso al agua significa también que millones de niñas puedan ir a la escuela en lugar de tener que andar kilómetros para llegar al pozo. Significa mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil, preservar el medio ambiente.

Debemos entender mejor las complejas interacciones entre recursos que guardan relación entre sí como el agua, la alimentación y la energía. Y debemos reconocer que es imposible ordenar esos recursos de forma sostenible si los tratamos de manera aislada. Toda forma de producción de energía incide en la cantidad y la calidad del agua disponible. Las decisiones adoptadas en un sector repercuten en el otro, para bien y para mal. Así, por ejemplo, el informe mundial sobre el agua que hoy se presenta confirma que las poblaciones que carecen de electricidad son las mismas que carecen de agua. Y no es por casualidad: se necesita agua para producir energía y se necesita energía para el saneamiento y el suministro de agua. Ambas son indispensables para el bienestar y para el desarrollo sostenible.

La sostenibilidad se basa en nuestra capacidad para entender todas estas interrelaciones y para formular políticas más adecuadas, capaces de abordar los recursos interconectados de forma más integrada. El reto es tanto mayor cuanto que la demanda de agua y de energía aumenta de manera espectacular, en particular en las economías emergentes, donde la agricultura, la industria y las ciudades se desarrollan a un ritmo vertiginoso.

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Sabías qué?

800 millones de personas no tienen acceso al agua potable y cerca de 2500 millones no poseen servicios de saneamiento adecuado.
– De 6 a 8 millones de personas mueren anualmente a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua.
-Diversos estudios muestran que si nada cambia serán necesarios 3,5 planetas para cubrir las necesidades de una población mundial cuyo estilo de vida fuera comparable al de los europeos o norteamericanos.
– En los próximos 40 años, la población mundial aumentará en dos o tres mil millones de personas. Este fenómeno vendrá acompañado de una evolución de los hábitos alimentarios que se traducirá en un incremento de 70% en la demanda de alimentos de aquí a 2050.
– Más de la mitad de la población es urbana. En ocasiones, las zonas urbanas, donde el acceso al agua y a las instalaciones sanitarias es mejor que en las zonas rurales, tendrán problemas para hacer frente a este aumento demográfico. (OMS/UNICEF, 2010).

– La demanda de alimentos aumentará en 50% de aquí a 2030 (70% para 2050), en tanto que las necesidades de energía hidroeléctrica y otras energías renovables aumentarán el 60% (WWAP, 2009). Ambas problemáticas están relacionadas: la creciente producción agrícola hará que aumente el consumo de agua y de energía, lo que provocará una demanda de agua mayor.

– La disponibilidad de agua va a disminuir en numerosas regiones y, sin embargo, el consumo mundial de agua para fines agrícolas aumentará un 19% de aquí a 2050. Sin progresos tecnológicos o intervención política, la demanda aumentará más todavía.
85% de la población mundial vive en la mitad más seca del planeta.
– El riego y la producción de alimentos son las actividades que más agua precisan. La agricultura consume casi el 70% del agua, una cantidad que en las economías emergentes alcanza el 90%.
– El consumo creciente de productos cárnicos es desde hace 30 años lo que más impacto tiene en el consumo de agua, un fenómeno que se prolongará durante toda la primera mitad del siglo XXI, según la FAO. Son necesarios 3.500 litros de agua para producir un kilo de arroz, en tanto que para producir un kilo de carne de vacuno se precisan 15.000 litros de agua. (Hoekstra y Chapagain, 2008).
– Casi el 66% de la superficie de África es árida o semiárida. De los 800 millones de habitantes del África subsahariana, casi 300 millones disponen de escasos recursos hídricos, es decir, menos de 1.000 metros cúbicos por habitante (NEPAD, 2006).

– Al menos doce países de la región árabe y de Asia Occidental sufren graves carencias de agua, con menos de 500 m3 de agua procedente de fuentes renovables por habitante.

Algunos de los principales informes sobre el agua en la ONU

– Día mundial del agua 2014 – Informe “Agua y Energía” Ver aquí.

– Año internacional del agua. Cifras: Ver aquí.

– Otros informes (fente Ayto. Zaragoza). Ver aquí.

Foto: wallpapersus