EHNE, ENBA y la Asociación Forestal de Gipuzkoa denuncian la tala de miles de árboles en los “sabotajes”


El movimiento Lurraren Altxamendua informó la semana pasada de la tala de 11.000 árboles en Azpeitia y Berango en protesta por el modelo de monocultivo de la industria forestal
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zuhaitz mosketa - tala de árbol

[Berria]

Los sindicatos agrarios EHNE y ENBA de Gipuzkoa y la Asociación Forestal de Gipuzkoa han expresado su "indignación" e "incomprensión" por las acciones de "sabotaje" que han sufrido algunos propietarios forestales en las últimas semanas. El movimiento Levantamiento de la Tierra informó la semana pasada de la tala de 11.000 árboles en Azpeitia (Gipuzkoa) y Berango (Bizkaia), en una zona de nueve hectáreas. La acción se vinculó, según recogió Argia, a la "crisis ecosocial". El movimiento denunció el modelo industrial de la silvicultura, al considerar que su "modelo de monocultivo" ocasiona un daño "tremendo" a los suelos de montaña.

En una comparecencia celebrada esta mañana en Donostia-San Sebastián, EHNE, ENBA y la Asociación Forestal de Gipuzkoa han asegurado que no tienen constancia de la tala de árboles en Berango, pero han confirmado que en Azpeitia y Zestoa (Gipuzkoa) se han talado "a ras" unos 7.000 árboles. Los árboles talados pertenecen a la especie cryptomeria, también conocida como cedro japonés, y se suelen emplear en la producción de madera.

Los sindicatos y la asociación de propietarios forestales han explicado que "los sabotajes no son algo nuevo en nuestros montes", pero han advertido de que en las últimas semanas "los ataques han adquirido un tono y un tamaño diferente", ya que "cada vez se han producido contra más especies de árboles y propietarios de tierras".

En rueda de prensa, han defendido la actuación de los propietarios forestales agredidos. "La del bosque es la actividad más verde que se lleva a cabo en este pueblo. Introducir plantas, cuidarlas para ayudar a crecer, limpiarlas, y recoger lo producido en su día para ofrecer leña a la sociedad. Se nos llena la boca con la transición ecológica, con la sostenibilidad, con el uso de materiales renovables y la búsqueda de alternativas al petróleo o a los derivados de él. Todas ellas son producciones forestales. Y sin embargo, nos vemos obligados a denunciar algunos hechos vergonzosos que proliferan". Según han denunciado, este tipo de acciones buscan "aterrorizar al propietario del bosque, en el territorio del material sintético, el hierro y el hormigón, diciendo a la sociedad que las plantas son responsables de la crisis ecosocial".

Falta de apoyo

Los propietarios de los terrenos han interpuesto denuncias, pero las asociaciones que han comparecido no confían en que la investigación prospere. Señalan que echan en falta el apoyo de las instituciones públicas y de los partidos políticos. "¿Alguien piensa que si esos daños se hubieran producido en un taller, en un comercio, en una vivienda o en un parque público hubieran tenido la misma actitud? No hay derecho".

En su comparecencia han pedido que se identifique a los responsables de las talas de árboles, que se indemnice a los afectados con indemnizaciones que cubran totalmente sus pérdidas, y que la Diputación de Gipuzkoa colabore con las replantaciones.

En concreto, la Diputación de Gipuzkoa ha expresado su "más enérgica condena" por las talas y ha mostrado su solidaridad con los propietarios forestales que han sufrido "actos vandálicos". El diputado foral de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, ha calificado de "inadmisibles" este tipo de acciones. "Bajo el pretexto de la naturaleza y el ecologismo, perjudican la reforestación y el medio ambiente, vulneran los derechos de las personas y las normas que compartimos como sociedad". Arruti ha defendido la silvicultura como "garantía de bienestar y equilibrio territorial verde".

"Proyectos reductores"

El 9 de abril, el movimiento Lurraren Altxamendua asumió la acción contra las plantaciones de la industria forestal. El movimiento informó en un comunicado de la tala de unos 11.000 árboles en Azpeitia y Berango, en protesta por el modelo de monocultivo de árboles de rápido crecimiento. En opinión de los integrantes de este movimiento, el uso de una sola especie en las plantaciones, la corta al ras de estos árboles en pocos años, la utilización de maquinaria pesada y la construcción de pistas para su movimiento causan un daño "enorme" a los suelos de montaña.

Por ello, Lurraren Altxamendua considera que la plantación industrial de árboles es "equiparable a otros proyectos trituradores a detener". Ha equiparado la actividad de la industria forestal con el TAV, las autopistas, las líneas de alta tensión y las grandes infraestructuras de energías renovables. El movimiento hizo un llamamiento a la ciudadanía para que se organice "valle a valle" y "desmantele plantaciones industriales".

Lurraren Altxamendua denunció la "continua propaganda de la industria forestal" y señalaron que las plantaciones de árboles no son bosques. «Los bosques son ecosistemas complejos con diversidad de seres vivos, formados por plantas, hongos y animales de diferentes edades, tamaños, formas y colores».

La Administración, cómplice

En la nota se acusaba a quienes se dedican a la producción industrial de madera de realizar un blanqueo verde. "Se disfrazan de protectores del medio ambiente, pero son los principales responsables del destrozo de los espacios naturales". Citó por nombre a Smurfit Kappa, Iberpapel y Kutxabank. La Administración fue acusada de ser cómplice de este "blanqueo", entre otras cosas por crear "Basotik y otros txiringitos público-privados".

En algunos países europeos el grupo Lurraren Altxamendua ha asumido acciones similares. Por ejemplo, en Alemania y Francia. En esta última, el gobierno decidió la ilegalización del grupo, pero el Consejo de Estado francés revocó la decisión.