La Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, bloqueada al sumarse Hungría a los países que la rechazan

La aprobación de la ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea, que persigue "regenerar los ecosistemas degradados de sus territorios, contribuir a alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE y mejorar la seguridad alimentaria", ha quedado bloqueada tras sumarse Hungría al grupo de países que la rechazan, imposibilitando así una mayoría a favor de aprobarla.

Otzarreta. Natura

Junto al país húngaro, cuyo Gobierno se sitúa a la derecha de la democracia cristiana con su discurso nacionalista, antiinmigración y ultraconservador, los estados que se han posicionado en contra de la Ley, que es uno de los pilares del Pacto Verde Europeo, son Finlandia, Suecia, Países Bajos, Austria, Polonia, Bélgica e Italia.

Se anula así, a tan sólo dos meses de las elecciones europeas (en las que se prevé un aumento del voto a la ultraderecha), el acuerdo que se había logrado recientemente entre el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento.

A favor de la ratificación han estado Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Irlanda, Chipre, Croacia, Lituania, Luxemburgo, Bulgaria, República Checa y España.

¿Qué ocurrirá ahora con la Ley? Pues dependerá de las decisiones que se tomen desde la presidencia del Consejo, que en este momento está ocupada por Bélgica, precisamente uno de los países que ha votado en contra de su aprobación.

El comisario europeo de Medio Ambiente, el lituano Virginijus Sinkevičius, ha mostrado su preocupación "no solo por las consecuencias políticas de la posible no conclusión de este expediente clave, sino por la señal desastrosa que vamos a mandar al mundo sobre la credibilidad de nuestras instituciones". Según explicó, sin esta ley “a la UE le faltará la herramienta más importante para cumplir con sus compromisos y obligaciones en materia de medio ambiente".

Por su parte, el sociólogo, ex diputado europeo y activista ecologista David Hammerstein ha escrito en un tweet que "el gran enemigo de la Ley de Restauración de la Naturaleza (primero la debilitan antes de matarla) ha sido el lobby agroindustrial, las tractoradas y los sindicatos agrarios con la complicidad o pasividad de casi toda la clase política, derechas e izquierdas".

Hammerstein ha enmarcado lo ocurrido con la Ley en una "contra-reforma ambiental": "El Pacto Verde Europeo se ha borrado paso a paso al bloquear o vaciar de contenido todas sus leyes. Ya hemos comenzando con los cambios de la PAC con la gran contra-reforma ambiental: el Pacto anti-verde europeo".

Los principales aspectos contemplados por esta Ley son:

  • Los Estados miembros deben restaurar al menos el 30 % de los hábitats (desde bosques, pastizales y humedales hasta ríos, lagos y lechos coralinos) para que pasen de un estado deficiente a uno bueno en 2030, porcentaje que aumentará al 60 % en 2040 y al 90 % en 2050. Los países de la UE deben dar prioridad a las zonas de la Red Natura 2000 hasta 2030 y tendrán que adoptar planes nacionales de restauración que detallen cómo pretenden alcanzar estos objetivos.
  • Con vistas a mejorar la biodiversidad de los agroecosistemas, los países de la UE habrán de avanzar en dos de los tres indicadores siguientes: el índice de mariposas de los pastizales; la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas muy diversas, y las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras de cultivo. Además, deben tomarse medidas para aumentar el índice de aves comunes ligadas a medios agrarios, ya que estos animales son buenos indicadores del estado general de la biodiversidad.
  • Dado que la restauración de las turberas drenadas es una de las formas más rentables de reducir las emisiones en el sector agrícola, los países de la UE deben reparar al menos el 30 % de las mismas (como mínimo deberá rehumedecerse una cuarta parte), el 40 % de aquí a 2040, y el 50 % para 2050 (donde habrá que rehumedecer al menos una tercera parte). El proceso de rehumidificación seguirá siendo de carácter voluntario para los agricultores y propietarios particulares.
  • A petición del Parlamento, se incluye un «freno de emergencia» que permitirá suspender los objetivos para los agroecosistemas en circunstancias extraordinarias si merman en gran medida las tierras necesarias para una producción suficiente de alimentos para el consumo de la UE.
  • Por otro lado, la Ley exige una evolución positiva de varios indicadores en los ecosistemas forestales y que se planten 3 000 millones de árboles más. Los Estados miembros también tendrán que convertir al menos 25.000 km de ríos en cauces libres y garantizar que no se produzca una pérdida neta de la superficie nacional total de espacios verdes urbanos y de cubierta arbórea urbana.