CONCLUSIONES

Calentamiento del mar

En el golfo de Vizcaya se aprecia un calentamiento del mar a partir de los años 80, con tasas que oscilan entre 0,16 y 0,25 °C por década, siendo mayor en superficie que en los primeros 100 m y mayor en el sureste del golfo que en la zona más exterior. Se observa también una profundización de la isoterma de 14 °C. El calentamiento del mar observado a escala del golfo de Vizcaya estaría asociado al calentamiento del Atlántico noreste, ligado a los patrones de interacción océano-atmósfera, asociados al cambio climático. El calentamiento del mar más acusado en la costa vasca podría explicarse por la influencia terrestre y de la plataforma continental y, por lo tanto, al calentamiento del aire, el cual es el principal indicador de cambio climático, cuyo aumento es resultante directo del incremento de la concentración de gases de efecto invernadero provocado por la actividad humana (IPCC-AR5, 2013).

Posibles consecuencias del calentamiento en la biodiversidad

El calentamiento tanto del mar como del aire y el incremento de horas diarias de sol parece tener consecuencias en la redistribución de las comunidades del bentos, favoreciendo ligeramente más a las especies de aguas cálidas (tropicalización) que a las de aguas frías (borealización), las cuales también han aumentado, mientras que no se aprecian cambios en la composición de las especies de fitoplancton relacionadas a sus rangos óptimos de temperatura. El análisis de la población de la anchoa en el periodo 1987-2020 indica que el peso por edad ha disminuido en los últimos años, si bien su relación con el calentamiento del mar debe ser analizada con mayor detalle ya que podría obedecer a otros factores como la denso-dependencia.

Ascenso del nivel del mar

El nivel medio del mar en el golfo de Vizcaya está ascendiendo a una tasa de entre 1,7 y 3,4 cm por década (en promedio 2,5 cm por década) desde los años 90. Este ascenso en la costa y mar del golfo de Vizcaya es consistente con el ascenso del nivel medio del mar a escala global. El ascenso del nivel del mar se está acelerando en la zona en las tres últimas décadas respecto al ascenso medio en el siglo XX, en coherencia con estudios previos (Woppelmann et al., 2006, Dangendorf et al., 2019).
Incremento de eventos extremos de oleaje y de viento y erosión costera

En los últimos 30 años se ha observado un ligero aumento en las condiciones medias de oleaje (incremento de Hs de 3,1 cm por década en la boya de Bilbao-Vizcaya y de 3,5% por década de Pw) y un aumento en ciertas condiciones extremas de oleaje (aumento significativo en 18 cm por década de Hs90 y no significativo de Hs 100). Para investigar las posibles causas del incremento de eventos extremos y poder relacionarlo con el cambio climático, el primer paso ha sido identificar una posible relación con patrones atmosféricos de gran escala. Existe una correlación entre la altura de ola significante de invierno en la boya de Bilbao-Vizcaya y el índice WEPA. Además, existen analogías entre las tendencias del oleaje de invierno y el índice WEPA. Estos resultados sugieren una posible relación entre el incremento de eventos extremos observados en la costa vasca y el índice WEPA. También se ha observado una correlación entre la altura de ola significante de invierno y la superficie supramareal media de invierno en la playa de Zarautz. Todo ello indica que, como consecuencia del incremento del oleaje y en particular de ciertos eventos extremos (como la secuencia de tormentas de invierno 2013-2014), la playa de Zarautz está siendo sujeta a una importante erosión de la línea de costa de pleamar en el periodo 2010-2020.

Cambios en la columna de agua, salinidad, oxígeno disuelto, nutrientes y fitoplancton

Se ha observado que el espesor de la capa de mezcla invernal está profundizándose ligeramente (tasa de 19 m por década desde 1986, aunque la probabilidad está en el límite de significación), un aumento en la concentración de algunos nutrientes en superficie (principalmente nitrato y silicato), en la concentración de oxígeno disuelto a 0 m y 25 m de profundidad desde 1995, un ligero aumento de la concentración de clorofila y un ligero descenso de la salinidad en los primeros 100 m. El análisis de la relación entre estos procesos indica que la profundización de la capa de mezcla invernal determina, en parte, el aumento de la concentración de nutrientes en superficie en invierno, que a su vez permite el incremento de la concentración de clorofila, que es una estima del crecimiento del fitoplancton en el bloom primaveral. Es necesario continuar con este análisis de atribución al cambio climático, dado que los procesos que determinan la tendencia en la profundización de la capa de mezcla invernal no están directamente asociados al calentamiento del océano.

Las tasas de cambio de los indicadores más directamente relacionados con el cambio climático (aumento de la temperatura del mar, profundización de la isoterma de 14 °C, incremento de la temperatura del aire, aumento de la insolación y ascenso del nivel medio del mar) se mantienen muy parecidas con la inclusión de los datos de este último año (2020). Además, estos indicadores presentan tendencias consistentes con los cambios esperados en nuestra región en escenarios de cambio climático, lo cual refuerza la conclusión sobre los efectos del cambio climático global en las medidas físicas de la zona, y permiten identificarlas como indicadores fiables del cambio climático para la costa vasca.

La observación de las costas y el océano son esenciales para comprender mejor cómo este sistema y la vida que alberga, así como la sociedad se ven afectadas ante las amenazas del cambio climático. Los cambios observados y proyectados para el océano y las costas como el calentamiento, intensificación de la desoxigenación, acidificación o cambios en la estratificación tienen importantes consecuencias sobre la biodiversidad y vida marina, en forma de cambios en la producción, cambios en la distribución de especies, en su fenología o en su talla, incluyendo cambios en las especies de interés pesquero. Esto también afecta a los numerosos servicios ecosistémicos proporcionados por los ecosistemas marinos y costeros, como regulación del clima o secuestro de carbono.

Además, la subida del nivel del mar y la intensificación de los temporales también tiene implicaciones para las poblaciones costeras que veremos incrementado el riesgo de exposición de las infraestructuras y edificaciones costeras a fenómenos extremos e inundación y también el riesgo de reducción o desaparición de la superficie aérea de las playas, perdiendo así la protección de las comunidades costeras ante tormentas. Esto es, los efectos del cambio climático antropogénico en los ecosistemas oceánicos y costeros, tienen gran efecto en la vida marina, la economía, la industria, el turismo y las comunidades costeras. Por ello, es necesario continuar con la monitorización a largo plazo de estos indicadores de cambio climático, que ón de este sistema, poder anticiparnos a los riesgos futuros y proponer las medidas de adaptación necesarias.