La Vía Campesina construirá un “marco alternativo” para el comercio agrícola global
Comunicado de Prensa
La Vía Campesina conmemora el Día Internacional de Acción Contra la OMC y los Tratados de Libre Comercio y anuncia que el esfuerzo por construir un marco comercial alternativo basado en la Soberanía Alimentaria y la solidaridad entre los pueblos, comenzará en 2023 durante la 8ª Conferencia Internacional en Bogotá, prevista para diciembre de este año. Este año coincide con el vigésimo aniversario del trágico fallecimiento de Lee Kyung Hae, quien sacrificó su vida en las puertas del lugar de la reunión ministerial en Cancún, México.
(8 de septiembre de 2023, Bagnolet).- La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha ilustrado al mundo sobre cómo el neoliberalismo, la privatización, la desregulación y una economía de libre mercado capitalista pueden marginar, explotar y desposeer a las comunidades más vulnerables del mundo, incluidxs lxs campesinxs, las poblaciones indígenas y lxs trabajadorxs rurales y urbanxs.
A pesar de casi tres décadas de existencia, ninguna de sus promesas ha resistido la prueba del tiempo. Hoy, vivimos en un mundo plagado de desigualdad severa, pobreza, patriarcado, hambre, violencia, autoritarismo, chauvinismo y conflictos. Para agravar las cosas, el empeoramiento de la crisis climática ha provocado fenómenos meteorológicos catastróficos y sin precedentes, que devastan nuestras granjas, bosques, ríos y océanos, y ponen en grave peligro a la Soberanía Alimentaria de nuestros pueblos.
Este es el sombrío legado que la OMC nos ha dejado en sus casi treinta años de mandato.
Incluso los Estados más ricos y sus corporaciones reconocen ahora que la Organización Mundial del Comercio se tambalea en un estado de incertidumbre. Sin embargo, impulsadas por sus intereses creados para salvaguardar sus instituciones y su riqueza, emplean diversas estrategias para sostener el neoliberalismo, con o sin la OMC.
Algunos ejemplos de estas tácticas incluyen: negociaciones secretas de Tratados de Libre Comercio bilaterales y multilaterales para garantizar que todo siga igual; el establecimiento de entidades de múltiples partes interesadas dentro de la ONU que deliberadamente dejan de lado a lxs campesinxs y las comunidades rurales, al tiempo que otorgan a los lobbies corporativos una influencia ilimitada, enmascarando sus acciones con discursos de sostenibilidad y promoviendo una visión distópica de “agricultura sin agricultorxs”; inversiones sustanciales en campañas de marketing e investigaciones sesgadas destinadas a dibujar un panorama optimista de un mundo donde la pobreza, el hambre y la desigualdad supuestamente están desapareciendo.
Sin embargo, como campesinxs que trabajamos incansablemente en los campos para alimentar al mundo, nuestras experiencias vividas son inmunes a su propaganda pagada. Somos testigos de la apropiación y violación de nuestro suelo, biodiversidad y semillas por parte de quienes están en el poder. Observamos cómo el comercio especulativo, orquestado por empresas de gestión de activos, hace subir los precios de los alimentos.
Percibimos cómo las interrupciones del suministro inducidas por pandemias o conflictos pueden desmantelar sus cadenas mundiales de suministro de alimentos en apenas unos días. A pesar de estos desafíos, los gigantes de la agroindustria continúan acumulando enormes ganancias y distribuyendo cuantiosos bonos a sus directorxs ejecutivxs, mientras muchos luchan por poder pagar tres comidas al día.
La evidencia es tan palpable como el aire que respiramos: el sistema de comercio global está fracturado.
Si nosotros, los pueblos, deseamos una transformación positiva, no bastarán modificaciones superficiales o una “reforma” imaginaria de la OMC. El remedio reside en una revisión completa y en la construcción de un nuevo marco comercial mundial. Este marco debe respetar los derechos de Soberanía Alimentaria de los países, respeto a la biodiversidad y defender los derechos de lxs campesinxs y otrxs trabajadorxs rurales y urbanxs. Debe estar sustentada en valores de solidaridad, cooperación, intercambio entre pueblos e internacionalismo, con la capacidad de desmantelar las estructuras económicas, políticas, sociales y el dominio cultural de determinados países del Norte global. Debe posicionarse como un marco antiimperialista, anticolonial, antipatriarcal, pro justicia social y pro feminista.
La Vía Campesina se embarca en este esfuerzo en 2023, lo que coincide con la conmemoración de los 20 años del sacrificio de Lee Kyung Hae. Lxs campesinxs, lxs pequeñxs productorxs de alimentos, lxs trabajadorxs asalariadxs y migrantes y las comunidades indígenas de La Vía Campesina redactaremos este marco, aprovechando nuestro conocimiento colectivo sobre la agricultura y el comercio de alimentos para garantizar que nadie pase hambre.
Esta iniciativa sirve como tributo a la memoria de Lee, mientras nos esforzamos por construir un orden comercial alternativo para el mundo. En 2022, hicimos un llamamiento a las naciones del Sur global para que nos ayudaran a construir este nuevo marco, con el objetivo de lograr un comercio global equitativo y justo basado en los principios de lo comunitario y la solidaridad. Seguimos exigiendo a los gobiernos de todo el mundo que nos apoyen en este esfuerzo.
En la 8ª Conferencia Internacional de La Vía Campesina en Bogotá, Colombia, campesinxs de más de 80 países se reunirán para desarrollar en colaboración este marco. Así como construimos la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de lxs campesinxs y otras personas que trabajan en zonas rurales (UNDROP) a través de años de paciente negociación y dedicación, de manera similar construiremos este marco comercial. Esto sirve como nuestro homenaje a Lee, cuya vida y lucha resumen las batallas diarias de lxs campesinxs de todo el mundo.
¡Todxs somos Lee! ¡Un nuevo marco comercial es urgente y vital!