El Consejo de Ministros aprobó ayer la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), que marcará el futuro del sector agroalimentario en el Estado español. Organizaciones sociales, sin embargo, han criticado al Gobierno por haber "ignorado a la sociedad civil" en la redacción del proyecto.

La Estrategia Nacional de Alimentación contempla seis ejes de actuación: el abastecimiento estratégico, la sostenibilidad, el fortalecimiento de las áreas rurales y la competitividad, la alimentación saludable, la innovación y la tecnología, y el papel de los consumidores.
El titular del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Luis Planas, dice haber mantenido más de 40 reuniones técnicas con agentes de la cadena alimentaria para la redacción de la Ley. Según el ministro, se ha reunido con representantes de organizaciones agrarias, la industria, la distribución, el sector pesquero, las cooperativas, la hostelería y la restauración, los consumidores, grupos medioambientales y sindicatos de trabajadores.
Sin embargo, las organizaciones CECU, Greenpeace, SEAE, WWF, Alimentta, Fundación Entre Tantos, Mensa Cívica, Asociación Vida Sana y el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional han mostrado su decepción por el proceso seguido, que "ha sido de todo menos participativo".
Argumentan que "no se ha proporcionado claridad respecto a la metodología prevista para garantizar una participación verdaderamente equitativa y efectiva".
Estas organizaciones han conocido las fechas de los foros organizados por el MAPA por los medios de comunicación, "dificultando la participación de las personas y entidades interesadas".
Además, esos foros participativos "no han permitido el diálogo amplio, más allá de los expertos seleccionados por el MAPA como ponentes, los cuales se han seleccionado sin indicar los criterios empleados". El MAPA -aseguran- "no ha facilitado resúmenes de las aportaciones que estos grupos de expertos han compartido durante los foros participativos" ni ha presentado oportunamente un calendario de trabajo, del proceso y de presentación. De hecho, ni siquiera conocen el documento final con las aportaciones realizadas y presentado ayer en el Consejo de Ministros.
"El ministro Planas -concluyen las organizaciones- ha priorizado un proceso cerrado y rápido, con el único objetivo de adelantarse a las propuestas políticas de Europa, en vez de un proceso constructivo y realmente participativo que permitiera a España asentar las bases de su presente y futuro alimentario".