La ‘Escuela de los Pueblos’ de Valdivielso presenta en Bilbao su modelo basado en la agroecología

La Escuela de los Pueblos 'Josefa Martín Luengo' que se está creando en el Valle de Valdivielso (Burgos) se presentó ayer en Bilbao con la participación del integrante de este proyecto Pablo Simón y de la representante de EHNE Bizkaia Amets Ladislao.

Escuela de los Pueblos

La Escuela de los Pueblos 'Josefa Martín Luengo' es un espacio formativo-experiencial con dos objetivos principales: la formación de promotores de vida que favorezcan la revitalización y defensa de sus territorios, y la creación de un espacio de formación para el movimiento social que sirva para fortalecer los lazos entre los entornos rurales y urbanos, su respeto y conocimiento mutuo, imprescindible para la supervivencia de ambas partes.

El ecosistema participativo de la escuela es amplio y diverso, conformado por una amplia red de organizaciones que, confiando en la formación, aspiran a fortalecer un movimiento popular urbano-rural y luchar por un mundo rural vivo. El proyecto está impulsado por el movimiento popular Colectivo Memoria Viva de los Pueblos con el apoyo de Revista Soberanía Alimentaria, Biela y Tierra y la Universidad Rural del Cerrato, junto a la red de apoyo que cuenta ya con más medio centenar de colectivos y entidades de todo el Estado español.

En la presentación de ayer en Bilbao, desarrollada en el hika ateneoPablo Simon explicó que la Escuela de los Pueblos está asentándose en un territorio de 14 aldeas que constituyen un municipio, Quecedo de Valdivielso, situado en un valle con una extensión que ronda los 20 km y en el que únicamente viven 400 personas. “Queremos que la Escuela sea un puente real entre el mundo rural y el movimiento social de base rural y urbano”, indicó.

“Buscamos enfrentar el gran olvido que sufren nuestros territorios y luchar contra el modelo neoliberal”, indicó Simón. Los promotores de la iniciativa reivindican el vínculo con la naturaleza, con la huerta, ya que “es la pisocóloga de masas más grande que hemos tenido la humanidad, y ese proceso de desvinculación de la tierra genera los problemas de salud mental que padecemos ahora”.

Según señaló, la Escuela tiene dos partes: una técnica, de capacitación, y otra de formación política. “La parte de construcción de conciencia crítica tiene que ayudar a comprender y analizar desde una perspectiva social y política la realidad, de forma que podamos generar movimientos populares de los territorios”. La formación técnica estará basada en la agroecología, así como en "las relaciones campesinas y las economías campesinas, la ganadería extensiva, los oficios, la salud comunitaria, la comunicación, la cultura popular”.

Por su parte, Amets Ladislao, representante de EHNE Bizkaia, inició su intervención destacando la importancia de las Escuelas de Agroecología Feminista que el sindicato agrario lleva organizando en los últimos años. Ladislao subrayó que éstas persiguen tres objetivos:

    • El relevo generacional, es decir, "que la gente se instale en el sector". Señaló que en Bizkaia menos del 1% de la población trabaja actualmente en el sector agrícola-ganadero, y que las mujeres no llegan al 30% de las personas que trabajan en las instalaciones.
    • Cambiar el modelo de producción, porque "el que nos enseñaban no era el que queríamos tener".
    • "Queremos representatividad política". Porque a día de hoy, "y esto haya que decirlo así, si en nuestro territorio se habla de soberanía alimentaria y de agroecología, ha sido gracias a nuestra organización agraria; y a La Vía Campesina y a las organizaciones que han apostado por ello".

Ladislao enfatizó que las escuelas de agroecología feminista desarrollan su trabajo en tres ámbitos: el técnico, el político y el organizativo. En este sentido, abogó por las relaciones “campesina a campesina”, huyendo de relaciones jerárquicas de dependencia. “Se trata de generar una red de sabiduría que es útil y que encima te enseña cultura organizativa y cultura política”. Según la representante de EHNE Bizkaia, “vivimos en un sistema que nos lleva a desaparecer; o nos formamos políticamente y organizativamente o se acaba este sector”.

La Escuela de Agroecología Feminista -afirmó- “es una herramienta, no es el objetivo”. El sistema global ya tiene un diseño de producción de alimentos "en el que no cabemos, y es muy importante la red, la formación, la sabiduría… en definitiva, compartir, compartir todo”.

Micromezenazgo

Los promotores de la Escuela de los Pueblos han creado en goteo.org una cuenta para que todas las personas puedan hacer aportaciones económicas que ayuden a impulsar el proyecto.

La construcción de la Escuela de los Pueblos está planteada en tres fases, combinando el apoyo de empresas y profesionales externos con el trabajo comunitario como eje central del proyecto. Más que un simple proceso constructivo, lo que se pretende es generar lazos entre organizaciones y la comunidad local, promoviendo la participación colectiva. El objetivo es completar las tres fases en un período de seis años, con la mayoría del trabajo realizado de manera colaborativa.

Para impulsar la primera fase han lanzado esta campaña de crowdfunding que permitirá obtener los fondos iniciales para construir un primer edificio con espacios esenciales para comenzar con las clases, talleres y alojamiento para los participantes. Además, se habilitará un espacio común que podrá ser utilizado tanto por la escuela como por otras asociaciones y la comunidad local, reforzando su carácter inclusivo y cooperativo.

La casa que albergará la Escuela está dividida en habitaciones y estancias:

Espacio público para el común:

  • Centro sociocultural: Un espacio comunitario con tienda, cafetería cultural, comedor, biblioteca, cine y secretaría.
  • Espacio de día para los mayores, con huertas, talleres y actividades intergeneracionales para ellos.
  • Comedor y casa de comidas: Espacio que alimenta a los alumnos, visitantes, trabajadores de la escuela y miembros de la cooperativa de trabajo asociada a la escuela, pero además ofrecer menús a los caminantes del Gr del Ebro y cualquier personas que se acerque.
  • Escuela infantil: Escuela cooperativa de padres, madres, niños y niñas, para ofertar una educación a los niños y niñas que habitan en el territorio. A futuro se pretende que esta escuela sea uno de los motores para el asentamiento de familias en el valle que buscan un modelo pedagógico diferente ligado a la naturaleza y a su relación directa con sus territorios donde se integra el aprendizaje formal con los medios de vida tradicionales de sus vecinos.
  • Centro de transformación alimentaria: Instalación para la producción de alimentos elaborados por la cooperativa agrícola.

Espacios internos de la Escuela:

    • Taller metálico y carpintería: Área para el mantenimiento de maquinaria y equipamiento de la escuela.
    • Aulas: Espacios destinados a la enseñanza teórica de diversas disciplinas.
    • Banco de semillas y herbario: Lugar para la conservación de semillas y plantas medicinales.
    • Habitaciones colectivas/ familiares/ individuales: Habitaciones de hasta 5 personas para el alumnado que pueda asistir a los diferentes tipos de formaciones.
    • Habitaciones para acoger a familias y profesores.
    • Apartamentos para defensores de DDHH: El colectivo se encuentra en las redes de acogida de aquellos defensores y defensoras de DDHH, comunidades campesinas, que por su labor en su país de origen sufren amenazas hacia su integridad física y se les ofrece las posibilidades de exiliarse a otros países.